Empecemos por la definición de sistema inmunitario: es tu sistema de defensa, la armadura de tu cuerpo contra los intrusos y los factores ambientales que pueden dañarte.
Ya que nuestro sistema inmunitario es la barrera de protección del cuerpo, es importante ayudarlo a mantener su funcionamiento adecuado. Un estilo de vida sedentario y una mala alimentación son factores que pueden contribuir a que nuestro sistema inmunitario tenga un pobre desempeño. Sin embargo, mantener hábitos saludables te ayudará a mantenerlo funcionando adecuadamente:
- Descanso adecuado: usamos el término “adecuado” porque no basta solo con dormir; sino también la calidad y cantidad de tu descanso. Cuando hablamos de calidad, nos referimos a evitar pantallas (celulares, televisión, tabletas, etc.) porque la luz usada en estos artefactos confunde al cerebro y no lo deja descansar; así como también evitar el exceso de líquidos antes de acostarte para no tener interrupciones durante tu sueño. Lo mejor es que un adulto descanse entre 7 y 8 horas. Si acostumbramos a nuestro cuerpo y mente a acostarse a una misma hora todos los días, será más sencillo conciliar el sueño a diario.
- Ejercicio físico: no es broma, la actividad física moderada puede contribuir a mantener el funcionamiento de tu sistema inmunitario ya que durante el ejercicio aumenta la concentración de algunas células del sistema inmunitario en el torrente sanguíneo, las cuales son importantes para el funcionamiento de nuestras defensas. Además, la actividad física puede ayudarte a reducir el estrés, el cual puede ser un gran enemigo del sistema inmunitario. Desde subir y bajar escaleras, caminar 30 minutos hasta alzar pesas, cualquier actividad física que puedas incorporar será una ganancia y un aporte para tu sistema inmunitario.
- Hidratación oportuna: tomar agua, ya que ayuda a que los nutrientes sean transportados hacia las células y permite la remoción de los desechos celulares. El mantenerte hidratado también ayudará a que el resto de tu cuerpo funcione de forma adecuada.
- Alimentación equilibrada: uno de los factores más importantes, porque a través de cada alimento le das a tu cuerpo los nutrientes que necesita para un buen funcionamiento. Está claro que no todos los alimentos suman en positivo, por eso es importante que bases tu alimentación en verduras, frutas, grasas saludables, carbohidratos y proteínas. Es también importante mencionar que parte del sistema inmunitario se encuentra en tu intestino, por lo que es importante que consumas fibra y alimentos integrales ya que contribuyen a su bienestar.
- Manejo del estrés: así es, cada vez se hace más claro que el estrés es un gran detonador de enfermedades y esto porque afecta directamente al sistema inmunitario. Es importante que busques y aprendas técnicas para manejar el estrés de tu trabajo o de cualquier situación de distintas maneras. En ocasiones no solemos reconocer que el estrés está haciendo efecto, sino hasta que ya se visualiza o encarna como una enfermedad física como dolores de cabeza, problemas estomacales, trastornos, etc. Es necesario que aprendas a distinguir las alarmas que hace tu cuerpo, por ejemplo, un pequeño tic, un dolor de cabeza leve, una contractura, eso es una forma en que tu cuerpo te hace una primera alerta.
- Higiene: lavarse las manos con frecuencia, realizar limpiezas dentales frecuentes, etc. estos hábitos también suman.
Además, hay suplementos como nuestro Immunity Essentials que ayuda a apoyar y equilibrar un sistema inmunitario saludable a través de sus ingredientes como: el zinc, las vitaminas C, D y el Concentrado de Levadura Fermentada.
*Los productos Herbalife Nutrition no tienen el propósito de tratar, curar ni prevenir enfermedad alguna, y han sido formulados y registrados para su consumo por adultos. Revise su etiqueta antes de consumirlos.